Órdenes de Caballería.
Para conocer adecuadamente la historia
de esta Real y Benemérita Institución Hospitalaria de San Juan
Bautista, es necesario remontarse a la época de las Órdenes de
Caballería. Durante la Edad Media, unos ricos mercaderes napolitanos
establecieron, en el año 1.088, una Hospedería en Jerusalén.
En el 1.104, se instituye, con reglas de
San Agustín y con los votos de castidad, pobreza y obediencia,
el Orden o Religión de San Juan Bautista. Tomó el nombre de San
Juan porque el paraje donde se fundó el Primer Hospital, era el
de la casa de Zacarías, padre de San Juan Bautista. Sus reglas
se fundamentaron en defender la Fe con las armas y socorrer a
los peregrinos y menesterosos, por tanto era, a un tiempo, militar
y hospitalaria.
La encomienda de los Hospitalarios de
San Juan, ha sido, desde sus comienzos, una cruz blanca con ocho
puntas, representando con ellas las ocho Bienaventuranzas, propias
de la hospitalidad que profesaban.
Siglos después, tras las pérdidas de Tierra
Santa y de las islas de Rodas y Chipre, el Emperador Carlos V,
rey de España (1.530), donó a la Orden de San Juan, la isla de
Malta, que sería la sede mundial hasta su pérdida a manos del
Emperador Napoleón.
Los Caballeros de San Juan en España.
Después de la toma de Malta, los caballeros
españoles de San Juan de Jerusalén, no aceptaron al emperador
de Rusia, Pablo I, como Gran Maestre de la Orden y reconocieron
como tal al tristemente celebre Rey de España Fernando VII primero
y, sucesivamente, a Isabel II y Alfonso XII.
Aunque las Órdenes Militares y Religiosas
sufrieron una gran crisis y decadencia en la primera mitad del
siglo XIX, (especialmente hacia 1.835), no sucedió lo mismo con
la de San Juan de Jerusalén, debido a su gran fortuna.
Los caballeros de San Juan en España,
(que siguieron realizando sus obras caritativas de una forma aislada
para combatir la miseria social), ante el riesgo de la desaparición
o del pase de la Orden bajo la obediencia anglicana y la Corona
británica, hicieron surgir una organización que sintió como suya
la necesidad de protección que sentía el débil y el pobre, y que
fueron conocidos como los "Sanjuaninos", dedicando su tiempo,
esfuerzo y dinero en hacer el bien al necesitado.
A la restauración de la Dignidad Magistral
de la Orden de San Juan de Jerusalén (en 1.878) por el Papa León
XIII, muchos Caballeros de la Orden presentaron sus documentos
y quedaron admitidos en la misma, pero otros se resistieron a
reconocer esta autoridad, se separaron de ella y continuaron en
la Institución de Bienhechores que habían formado en 1.860, para
ejercer la caridad cristiana, atendiendo a enfermos, heridos y
necesitados a través de toda la geografía española, bajo la protección
de la Inmaculada Concepción y de San Juan Bautista, siendo éste,
el origen de la que, una vez estatuida, había de ser "La Real
y Benemérita Institución Hospitalaria de San Juan Bautista".
La Institución Hospitalaria
en Madrid.
La Institución se funda en Madrid, en 1860,
por el Excmo. Sr. D. Luis Vilar y Pascual, con idea de extenderla
por Europa y América, lo que con el tiempo, se fue consiguiendo.
Desde el comienzo, fue gobernada por un Consejo Supremo, nombrado
por un Cabildo o Capítulo General de los Caballeros.
Elegido el Consejo Supremo en la Junta
General, celebrada el 1 de Junio de 1.875, bajo la acertada dirección
del Excmo. Sr. Conde de Santa Coloma y Marqués de Gramosa, el
Gobernador Civil de Madrid, en 1876, comunica al Consejo la aprobación
del Reglamento, y lo hace en estos términos: "S.M. el Rey (q.D.g.)
se ha dignado aprobar el Reglamento firmado por los Caballeros
Hospitalarios Españoles, en el concepto benéfico que comprende
y tan atinadamente propaga esta Institución".
En 1.877, por Real Orden,
se otorgó a la Institución Hospitalaria el Hospital de Nuestra
Señora de Atocha. En 1.878, instaló en la Carrera de San Francisco
un Hospital y consultas públicas. En ambas se desarrolló una gran
labor caritativa en beneficio de los pacientes y necesitados.
En 1.880, el Papa León XIII, además de otorgar a la Institución
privilegios espirituales, designó la Iglesia de Las Descalzas
Reales de Madrid, como templo en el que los Hospitalarios Españoles
habían de celebrar sus actos capitulares y solemnidades religiosas.
S. M. el Rey, por Real
Orden de 31 de Agosto de 1881 aprobó las insignias. En
esos años existían Consejos Provinciales en: Cádiz,
Sevilla, Córdoba, Barcelona, Bilbao y Santander. El Consejo
de Sevilla tenía templo y hospital, y el de Cádiz,
el más antiguo, tenía dos Casas de Socorro y templo
asignado.
Los Hospitalarios de San Juan en Cádiz.
En Cádiz, los Caballeros Hospitalarios
de San Juan Bautista, desarrollaron su labor caritativa desde
1.859, en la llamada guerra de África, donde la generosidad y
patriotismo gaditano se hace patente, como lo revela entre otros
ejemplos, la instalación de un "Hospital de Sangre", costeado
por el Casino Gaditano, en el que la mayor parte de sus componentes
eran Caballeros Hospitalarios.
Es sabido que en el siglo XIX continúa
la decadencia de Cádiz, que se padecen las epidemias de 1.801
y 1.804, el triste combate de Trafalgar y el asedio Napoleónico,
además del huracán y epidemia de 1.810, las epidemias de 1813,
19, 33, 43, 54, 55 y 1864, la revolución del 68, que destronó
a Isabel II, el movimiento revolucionario de Salvochea, del mismo
año 1.868, las luchas cantonales de 1.873, las granizadas de 1.876
y 79, el temblor de tierra de 1.884, la guerra de Melilla (1.893),
el huracán que en 1.894 ocasionó la pérdida del "Reina Regente",
y las guerras de Filipinas de 1.895 al 98.
Todo esto constituye un denso programa
de emociones y desgracias, que exigieron los mayores sacrificios
del pueblo gaditano para restaurar y aliviar o mitigar tanta miseria.
En esas circunstancis hubieron de desenvolver su actividad los
Caballeros Hospitalarios de San Juan Bautista.
Anteriormente al año 1.875, existía en
Cádiz una Delegación de la Institución Hospitalaria, nombrada
por el Consejo de la Sección Española de los Hospitalarios-Sanjuaninos.
El Consejo Supremo, que presidía el Excmo.
Sr. D. Salvador María de Ory, en 1.877, nombró al Excmo. Sr. D.
Martín Ramírez, Marqués de Valde Hoyos, para que constituyera
el Consejo Provincial gaditano. La primera Sección Capitular de
este Consejo Provincial, se celebró en el local-secretaría del
Colegio de San Felipe Neri el 15 de Febrero de 1.877.
El Consejo Provincial
quedó constituido, presidiéndolo D. Mariano Baylleres y del Villar,
siendo Secretario D. Francisco de Dolarea. Entre los acuerdos
tomados destacan: instalar en la Plaza de San José, una Casa de
Socorro.
En cuanto a los cultos, sabemos que, con
fecha 12 de Marzo de 1.877, el gobernador eclesiástico de la diócesis
autorizó la celebración de las funciones religiosas en la Iglesia-Oratorio
de San Felipe Neri.
Cuando quedó constituido el Consejo Provincial
de Cádiz, la Silla de Pedro la ocupaba S.S. Pío IX; la Jefatura
del Estado Español la ostentaba S.M. el Rey D. Alfonso XII. Era
Ministro de la Gobernación el Excmo. Sr. D. Francisco Romero Robledo,
Gobernador de Cádiz, el Excmo. Sr. D. Leandro Pérez Cossío, Alcalde,
el Excmo. Sr. D. José de la Viesca, Marqués de Santo Domingo de
Guzmán y Obispo de la diócesis el Excmo. y Rvdmo. Sr. Fray Felix
de Arriete y Llano.
En 1.882 inauguraron otra Casa de Socorro
en la calle Benjumeda, en el número 10, esquina a la calle Rosario
Cepeda.
Por la extraordinaria y destacada actuación
del Excmo. y Rvdmo. Sr.Obispo D. Vicente Calvo y Valero, que acompañó
a los Hospitalarios gaditanos durante la epidemia, el Consejo
Supremo acordó nombrarle Protector de la Institución y Presidente
de Honor.
Las autoridades reconocieron el heróico
comportamiento de la Institución Hospitalaria, concediéndole por
ello la dignidad de Benemérita.
Sigue la Institución de Cádiz trabajando
en sus Casas de Socorro, que contaba con el apoyo de autoridades
y corporaciones oficiales y particulares, aunque la mayor parte
de sus ingresos provenían de las cuotas y limosnas de ingreso
de sus asociados. Debemos destacar las ayudas de particulares,
como las testamentarías de: Sra. Condesa Vda. de Maule, de D.
Pedro Lacave, de Dª. Guadalupe Villa y Jáuregui, de D. Felipe
Vea Murguía y de la Sociedad Económica Gaditana de Amigos del
País, al disolverse esta Corporación.
Se celebraron corridas de toros; conciertos
benéficos de la Real Academia de Santa Cecilia, Fiesta de la Flor,
veladas teatrales celebradas en El Principal, organización de
riifas, suscripciones públicas, etc. No obstante, el estado económico
era débil, pues eran muchos los necesitados y no daba para todo
lo que los Hospitalarios querían solucionar.
La muerte del Sr. Palou y Flores, trajo
como consecuencia la desorganización del Consejo Supremo en Madrid
y, lamentablemente, su desaparición.
En 1.906, D. Pedro del Villar y Hernáez,
Conde de Maule, hace donación a la Institución de la Casa número
11 de la calle Benjumeda, que fue inaugurada el día 1 de Enero
de 1.907, con todo su instrumental médico-quirúrgico e Instituto
Operatorio, clausurándose la Casa de Socorro que tenía en el número
10 de la citada calle, mereciendo, el Sr. Villar y Hernáez por
este rasgo de caridad, y a propuesta del Consejo, la Gran Cruz
de Ben eficencia (R.O. de 8 de Octubre de 1.910).
Por Real Orden de 13 de Agosto de 1.910,
se dispone que el Consejo Provincial de Cádiz, puede constituirse
en Supremo, pero con carácter interino.
Con motivo de la trágica noche del 18 de
Agosto de 1.947, en que la capital gaditana sufrió la explosión
de los depósitos de minas submarinas del Instituto Hidrográfico,
una vez más los Caballeros Hospitalarios destacaron por su actuación
humanitaria y caritativa, socorriendo a los heridos, tanto en
las calles, en el lugar de la explosión, como en la Casa de Socorro.
Con fecha 5 de Diciembre de 1.949, el
Consejo Supremo interino de Cádiz, después de respetar durante
39 años, la cláusula "sin perjuicio de ceder sus derechos en el
caso de reconstitución del Supremo en la Corte", solicita la efectividad
del Carácter del Consejo, firmando la petición D. José María Pemán
y Pemartín, D. Germán Garcés y D. Cayetano Ruiz y Gómez.
Por Orden Ministerial de fecha 8 de Marzo
de 1.950, se concedió la efectividad del carácter del Consejo
Supremo en Cádiz, concesión que nos habla elocuentemente de los
méritos contraídos por el Consejo Provincial Gaditano.
El 22 de Agosto de 1.952, por O.M. se
aprueba el vigente reglamento, ocupando la Presidencia del Consejo
Supremo el Excmo. Sr. D. José María Pemán y Pemartín y la Secretaría
General del mismo el Iltmo. Sr. D. Cayetano Ruiz y Gómez.
La Real Institución firmó varios pactos
o acuerdos con el Excmo. Ayuntamiento, para la utilización conjunta
de la Casa de Socorro. El primero fue en el año 1.925, siendo
alcalde de la ciudad D. Agustín Blázquez. Se firmaron otros en
1.940, 1.969 y 1.981, siendo el último, el firmado en 1.983, renovable
cada cinco años.
S.M. el Rey D. Juan Carlos I, por escrito
recibido del Palacio de la Zarzuela, con fecha 22 de Octubre de
1.982, tuvo a bien aceptar la Presidencia de Honor de la Institución.
Ocupaba entonces la Presidencia el Excmo. Sr. D. Fernando Muñoz
Ferrer.
Las Casas de Socorro van desapareciendo,
debido a que la Seguridad Social presenta nuevos modelos de atención
médica al ciudadano y es, a finales de 1.989, cuando el Ayuntamiento
renuncia a la prestación de este servicio.
En 1.990, el Consejo Supremo, que preside
el Excmo. Sr. D. Mario Vallejo Grandes, decide comenzar las obras
para la instalación de un Albergue para transeúntes y personas
sin techo, en la planta baja del edifcio, y el 12 de diciembre
de ese mismo año se firma un convenio, con las Hijas de la Caridad
de San Vicente de Paúl, para la atención del futuro Albergue.
En Enero de 1.991 dan comienzo las obras
para reparar y remodelar la planta baja y resanar las cubiertas
del edificio que en su mayor parte hubo que tirar y construir
de nuevo. El 20 de Enero de 1.992, la Real Institución Hospitalaria
inauguró el Albergue nocturno, con 14 camas, sala de estrar y
servicios. El 27 de abril, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la
Diócesis de Cádiz-Ceuta, D. Antonio Dorado Soto, bendijo las instalaciones
del Albergue, así como el "Aula de Estudios Marianos" (Stella
Maris).
En Mayo de 1.996 se elige un nuevo Consejo
Supremo. Preside la nueva etapa quinquenal el Excmo. Sr. D. Francisco
José Súnico Varela, ocupando el cargo de Secretario General el
Ilmo. Sr. D. Miguel Fontenla Rojí. El Sr. Súnico Varela sigue
adelante con la idea de ofrecer más ayudas a los necesitados y
el Consejo Supremo aprueba instalar, en la segunda planta de nuestra
Casa, unos "talleres ocupacionales" , cuya inauguración tiene
lugar el día 11 de enero de 1.999. El 17 de marzo de ese mismo
año, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Cádiz-Ceuta,
D. Antonio Ceballos Atienza, bendice las instalaciones, que cuentan
con talleres de carpintería, marquetería, ebanistería, trabajos
manuales, informática, inglés y cocina, en beneficio de las personas
enfermas de las Asociaciones "AFEMEN" y "AFEDU" ("Asociación de
Familias con Enfermos Mentales" y "Asociación de Familias con
Enfermos Duales", respectivamente), con las que se firman los
correspondientes convenios de cooperación, para la inserción social
y laboral de los enfermos de dichas Asociaciones.
En el año 2.000 se cumplen los 125 años
de la fundación oficial de la Institución Hospitalaria en Madrid.
En mayo de 2.001, se convocan elecciones
al Consejo Supremo saliendo elegido Presidente nuevamente el Excmo.
Sr. D. Francisco José Súnico Varela y Secretario General el Iltmo.
Sr. D. Manuel Durio Silóniz. En estos años se siguieron con las
obras de acondicionamiento de la finca (levantamiento de fachada,
reparación de zonas semiruinosas, etc.) y se acondicionan - en
la segunda planta - unas habitaciones para que puedan servir de
refugio a personas o familias en situaciones extraordinarias.
Por enfermedad del Presidente, desde finales de 2003, el Secretario
General, Ilmo. Sr. D. Antonio Agra Vidal, ocupa la Presidencia
hasta la celebración de nuevas elecciones.
Por último, en mayo de 2.006 y para el
quinquenio 2006-2011, se elige nuevo Consejo Supremo, presidiendo
esta nueva etapa el Excmo. Sr. D. Manuel de Pando Vilches, ocupando
el cargo de Secretario General el Ilmo. Sr. D. Rafael Melgar Fernández.
El día 8 de febrero de 2008, tras unos meses de dolorosa
enfermedad, falleció nuestro presidente Sr. de Pando, siendo designado
y elegido para dicho cargo, por el Consejo Supremo, el Excmo.
Sr. D. Francisco José Súnico Varela, que ya había ejercido
el cargo entre 1996 y 2003. En septiembre de 2009 el Excmo. Ayuntamiento
de Cádiz otorga a la Institución su más alta
condecoración, la "Medalla de Oro" de la ciudad,
que entrega el día 26 de febrero de 2010 en sesión
solemne celebrada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.
Durante el año 2010 se
llevaron a cabo diferentes actos (Misa de Acción de Gracias, inauguraciones,
conferencias, presentaciones, exposiciones, etc.) para conmemorar
el CL Aniversario de nuestros comienzos, en Madrid, como grupo
humano dedicado a atender las necesidades de nuestros semejantes
y el Centenario del establecimiento en Cádiz de la Sede del Consejo
Supremo, como ha quedado expuesto en párrafos anteriores.
Finalizado el quinquenio,
en el mes de mayo de 2011 se celebraron nuevas elecciones generales
para el período 2011-2016, saliendo reelegidos nuevamente como
Presidente y Secretario General, respectivamente, los Sres. Súnico
Varela y Melgar Fernández.
Entre las extraordinarias
y valiosas páginas de la historia escritas durante los 150 últimos
años en nuestra ciudad, se encuentran las que hablan de la generosa
vida de los Caballeros Hospitalarios en favor de los más necesitados,
así como todo lo que hicieron para alivio y consuelo de los que
más sufren.